No suelo publicar en mi blog textos que no son míos, pero dada la situación excepcional en la que estamos muriendo, me hago, metafóricamente, coautor de estos dos himnos universales en lengua castellana y los ondeo desde aquí como banderas y espadas contra la peste.
Romance del prisionero
(Anónimo)
Que por mayo era, por mayo, Cuando hace la calor, Cuando los trigos encañan Y están los campos en flor, Cuando canta la calandria Y responde el ruiseñor, Cuando los enamorados Van a servir al amor; Sino yo, triste, cuitado, Que vivo en esta prisión; Que ni sé cuándo es de día Ni cuándo las noches son. Sino por una avecilla Que me cantaba el albor. Matómela un ballestero; Déle Dios mal galardón.
Resistiré
(Dúo Dinámico)
Cuando pierda todas las partidas Cuando duerma con la soledad Cuando se me cierren las salidas Y la noche no me deje en paz Cuando sienta miedo del silencio Cuando cueste mantenerme en pie Cuando se rebelen los recuerdos Y me pongan contra la pared Resistiré, erguido frente a todo Me volveré de hierro para endurecer la piel Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte Soy como el junco que se dobla Pero siempre sigue en pie Resistiré, para seguir viviendo Soportaré los golpes y jamás me rendiré Y aunque los sueños se me rompan en pedazos Resistiré, resistiré Cuando el mundo pierda toda magia Cuando mi enemigo sea yo Cuando me apuñale la nostalgia Y no reconozca ni mi voz Cuando me amenace la locura Cuando en mi moneda salga cruz Cuando el diablo pase la factura O si alguna vez me faltas tú. Resistiré, erguido frente a todo Me volveré de hierro para endurecer la piel Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte Soy como el junco que se dobla Pero siempre sigue en pie Resistiré, para seguir viviendo Soportaré los golpes y jamás me rendiré Y aunque los sueños se me rompan en pedazos Resistiré, resistiré.
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