Amarte después de amarte (6)
Hace un segundo yo te amaba
con la rabiosa furia del deseo,
y ahora tan sólo te deseo
con el amor que para ti guardaba.
Amarte fue lo que no esperaba,
mas después de ganarme tu jadeo
es tu deleite mi mayor trofeo
y la derrota que necesitaba.
Ahora le pondré al corazón
una aldaba, tan leal y firme
que al arrope de tu boca ceda
y de tal acero que ni yo pueda
hacer de carcelero ni sentirme
prisionero de tu desatención.
(De mi poemario ‘La ausencia que te nombra’)
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