El aleteo de una moto en Badajoz causa ruido en Madrid
José Joaquín Rodríguez Lara
Si usted quiere aprender a convertir un vulgar incidente de tráfico en un problema con galones parlamentarios asómese a la actualidad extremeña. Una motocicleta mal aparcada en la vía pública, un teniente de alcalde de Badajoz, donde hace decenios que gobierna el PP con mayoría absoluta, un agente del Cuerpo Nacional de Policía y el Partido Socialista al acecho de la que cae protagonizan una de esas historias en las que la ficción se convierte en pasmosa realidad.
Todo comenzó, al parecer, cuando el teniente de alcalde Alberto Astorga, entre cuyas responsabilidades corporativas está la Policía Municipal pacense, se desplazó a un acto, como representante del Ayuntamiento, en su motocicleta particular y, por las prisas, la dejó mal aparcada en un lugar reservado para la Policía Nacional. Un agente del Cuerpo Nacional de Policía multó al concejal por estacionamiento indebido; el teniente de alcalde y el agente se dijeron un par de cosas; el agente detectó indicios de ebriedad en el concejal, pero aunque la Policía Local hizo acto de presencia en el lugar de los hechos, no se realizó el test de alcoholemia. El teniente de alcalde niega que estuviese ebrio y acusa al agente de no reflejar con veracidad lo ocurrido. El PSOE entra en la disputa y no sólo reclama que el teniente de alcalde dimita o que el alcalde lo destituya, sino que lleva el asunto al Congreso de los diputados y exige que el director general de la Policía comparezca en la cámara baja legislativa y dé explicaciones sobre lo ocurrido.
Alberto Astorga, teniente de alcalde de Badajoz. (Fotografía publicada por lacronicadebadajoz.com) |
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