viernes, 16 de noviembre de 2018


La ciudadanía y el poder manifestándose por un tren digno


José Joaquín Rodríguez Lara


Con los años suele flojear la memoria, pero no recuerdo al presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra (PSOE), que estuvo al frente de Extremadura durante 24 años, cinco meses y 20 días, manifestándose en la calle, detrás de una pancarta, en contra de su partido.

Y mire usted que había que reivindicar cosas, de primerísima necesidad, en aquella Extremadura sin dientes que había empezado a hablar el día 1 de septiembre de 1979, en Villanueva de la Serena, con la magna manifestación contra la terminación de la inconclusa central nuclear de Valdecaballeros.

Tengo la impresión de que Ibarra era más aficionado al cara a cara y a dar titulares –a los periodistas madrileños, pues a los extremeños siempre nos ninguneó- antes de entrar en las reuniones de su partido. Ignoro si Ibarra va a manifestarse en la calle, con pancarta y megáfono, para reivindicar un tren digno, ahora que no gobierna. Tiene todo el derecho a hacerlo, como ciudadano y porque, siendo presidente, negoció con el popular Álvarez-Cascos el recorrido del AVE por Extremadura y, luego, con la llegada de Zapatero (PSOE) al poder, comenzó el principio del fin del AVE extremeño.

De la gestión ruin del socialista Zapatero y de sus ministros con la Extremadura sin tren, ni AVE, ni digno, ni nada, vienen estas manifestaciones en las que, como ya estamos curados de espanto, no nos asombra que el PSOE que gobierna Extremadura se manifieste contra el PSOE que gobierna España; no nos extraña ver al manijero manifestándose contra el aperador cuyas instrucciones sigue: Vara en manifestación contra Sánchez. Pero no en Madrid, sino en Cáceres, bien lejos de La Moncloa.

La culpa de que Extremadura carezca de un servicio ferroviario digno está, fundamentalmente, en las vías no en el material rodante. Y las vías dependen del Gobierno, a través de la empresa pública Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias). Renfe también es una empresa pública, y lo mismo que Adif depende del Gobierno, pero cuando se pide un tren digno para Extremadura, se le está pidiendo muchísimo más a Adif que a Renfe, pues la compañía no puede poner trenes veloces si las vías no los soportan. Sería como pretender conducir un fórmula 1 por un camino de tierra. Pero las dos empresas públicas llevan al Gobierno de España y al PSOE que se encarga de gobernarnos.

Tiene toda la razón Podemos cuando afirma que la reivindicación de un tren digno para Extremadura debe protagonizarla la ciudadanía, no las instituciones políticas. De hecho la mejor manifestación fue la realizada por el grupo 'dramático' de Milana Bonita, cuya puesta en escena en Madrid llegó a los telediarios y a las columnas de opinión de la villa y corte.

Lo que ocurre es que Podemos aún tiene poca trayectoria política y debe ignorar que el PSOE no acostumbra a estimular los movimientos sociales, sino que tiende a controlarlos, a capitalizarlos, sea la Semana de Extremadura en la Escuela o la reivindicación de un tren que no se averíe.


(Septuagésimo séptimo artículo publicado en extremadura7dias.com,
el 16 de noviembre del año 2018.)



No hay comentarios:

Publicar un comentario