lunes, 1 de noviembre de 1999


El libro del futuro

José Joaquín Rodríguez Lara

El futuro del libro es una de las interrogantes que con cierta frecuencia suele plantearse el mundo de la cultura, sin que por ahora se consiga una respuesta capaz de satisfacer a todas las facciones que intervienen en el debate. Mientras algunos intelectuales opinan que el libro como formato y continente creativo tiene los días contados, pues no podrá seguir compitiendo con el cine, la televisión o los soportes informáticos, otros sospechan que el pentagrama de las palabras seguirá en vigor, ya que una de las características del formato libresco es su capacidad de adaptación a todo tipo de materiales: papel, cuero, metal, plástico...

Hay tantas diferencias entre los libros actuales -interactivos, con aroma, parlantes...- y aquellos primeros volúmenes monocromos en los que las letras, más que impresas, parecían haber sido talladas a golpe de gubia, que resulta difícil identificarlos como individuos del mismo género.

El abanico de los renglones es un superviviente a la evolución cultural. Más que preocuparse por el futuro del libro, habría que hacerlo por el libro del futuro.