domingo, 30 de noviembre de 2008

La familia


José Joaquín Rodríguez Lara



Tal vez crean que han tenido mala suerte al ser sorprendidos en el dormidero, pero los dos agentes de la Policía Local de Villanueva de la Serena que han sido grabados mientras dormían en su coche patrulla, en pleno turno de vigilancia, son personas afortunadas.


Tienen la gran suerte de ejercer un empleo en el que se puede dormir, cosa que está documentada. La gran mayoría de los empleados, de los autónomos y de los pequeños empresarios le roban horas al sueño para que no se los lleve la corriente.

Ambos agentes gozan de la fortuna de trabajar en una ciudad tranquila, como es Villanueva de la Serena. De haberse dormido en otra localidad menos pacífica, a estas horas tal vez estaríamos hablando de un robo de armamento e, incluso, de alguna desgracia irreparable, que siempre afectaría más a los propios durmientes que a la población asignada a su custodia.

Les cabe también la dicha de tener un alcalde tanto o más preocupado por la atención mediática que concita el sueño de sus policías de guardia, que por la desatención social derivada de ese episodio de aparente narcolepsia. Miguel Ángel Gallardo abre un expediente para descubrir si los dos agentes cometieron una falta y de qué gravedad, pero además quiere intervenir para depurar judicialmente una presunta responsabilidad periodística, con el argumento de que los agentes tienen familia. ¿Y los periodistas, no?

Para el alcalde, lo grave no es que, por las razones que fuere, dos policías locales hayan incumplido sus obligaciones estando de servicio; lo verdaderamente pernicioso es que lo ocurrido salga en Internet gracias a un móvil de periodismo ciudadano. ¡Grabar para creer!

martes, 25 de noviembre de 2008


Mi calle

José Joaquín Rodríguez Lara


NECESITO verle la cara a mi calle. Hace mucho tiempo que vivo en ella, pero nunca le vi el semblante. Y tiene muchos años.

Antes vivía en otra calle de Badajoz, pero se me murió. Una noche, mientras cerraba la página de sucesos me encontré con su esquela. Sentí que perdía a alguien muy cercano. Hasta pensé en asistir al funeral, pero qué iba a hacer yo en aquel entierro dándole el pésame a una familia que no me conocía y a la que incluso podría importunarle mi presencia y la razón de mi pesar, por más sincera que fuese.
Sin necesidad de cambiar de piso, al poco tiempo empecé a vivir en otra calle. También en Badajoz. La mudanza me salió gratis. La pagó el Ayuntamiento. Escarmentado con lo que me había ocurrido antes del traslado, inmediatamente me interesé por la vida y milagros de mi calle nueva. Me dijeron que tenía acusada personalidad y gran prestigio profesional. Lo agradecí, pero no eran esos los detalles que a mí me preocupaban.

- ¿Vive? -Pregunté.
- Desde luego.
- Pero siendo una calle , será muy mayor.
- Bueno, tiene sus añitos, pero se conserva muy bien.

Aquello me inquietó. Prefería, y sigo prefiriendo, que mi calle llevase mucho tiempo en el otro barrio. No porque le desee mal, sino para no pasar el mal trago de encontrarme con su esquela. No es un plato de gusto que se te muera alguien tan cercano y, encima, sin haber llegado a conocerle.

«Pues haberse mudado a la calle la Sal, que se conserva muy bien», dirá usted. Pero no se trata de a donde se mude uno, sino de que al Ayuntamiento no le dé por mudar la placa de la esquina para -en vez de darle a tu calle título de naturaleza muerta- ponerle nombre de mortal.


domingo, 23 de noviembre de 2008

La marca


José Joaquín Rodríguez Lara


CAMBIAN las tornas y, si el proceso se mantiene lo suficiente, la mudanza podría ser definitiva. Badajoz emite señales de estirón. Aún conserva a flor de piel las cicatrices de la riada, pero ya ha superado aquella etapa mohína del arranque autonómico, cuando Mérida sentó plaza como ombligo de la región y todos los bolindres y los funcionarios rodaban siempre para ese gua. Afortunadamente la topografía anatómica tiene otros enclaves tanto o más estratégicos y Badajoz atrae las miradas y, con ellas, las inversiones. Alguna culpa tendrán Ifeba, con sus ferias, y el plan urbanístico con sus solares.

Si los mensajes que anuncian la instalación de Ikea, Rodamco, Leroy Merlín, Media Markt y Dolce Vita se confirman y si llega la plataforma logística, esta ciudad que ha vivido siempre de la música administrativa -incluida la militar- y del comercio podría ser el gran escaparate del suroeste, un punto de cita obligada para consumidores extremeños y portugueses. Para lo malo y para lo bueno, las fronteras -incluso las difusas- aún pesan lo suyo.

Sin embargo, en la ristra de grandes proyectos que apuntan a Badajoz se echa en falta una iniciativa más contundente del empresariado autóctono. La situación tal vez sería distinta si Gallardo&Leal hubiesen comprado Galerías. No fue posible y Badajoz dedica mucho esfuerzo al pequeño comercio -que reaccionó con pánico a la llegada de El Corte Inglés y aprovecha el reguero de clientes que esa firma trae a la ciudad- pero más allá de centros comerciales abiertos, carece de una enseña propia e importante que traduzca esa vocación comercial de la ciudad y la proyecte hacia el mercado.

Las marcas piensan en Badajoz, pero Badajoz aún no piensa en su propia marca.

martes, 18 de noviembre de 2008


Ni el masajista

José Joaquín Rodríguez Lara


EL pueblo, el Rey, Suárez, Carrillo, González, Fraga y el tándem Tarradellas-Pujol llevaron a España desde la dictadura hasta la democracia. Seguro que usted podrá añadir algún nombre, pero sería injusto que borrase a cualquiera de estos. Son los siete magníficos de la transición.

Sólo dos continúan 'en activo'. El Monarca, que sigue en el trono, y el pueblo, para el que la dictadura franquista empieza a ser algo de los Alcántara y otros personajes de la serie 'Cuéntame'.

Tarradellas falleció hace años; Suárez vive atrapado por el alzhéimer; González y Pujol dejaron la vanguardia de la política y aunque Carrillo y Fraga son dos prodigios de la naturaleza, lúcidos y ocurrentes a pesar de sus muchos años, ya no están para realizar reformas.

Si hubiese que jugarse ahora una segunda transición, como plantea Ibarra, para formar el equipo habría que cubrir las bajas con los sustitutos naturales de los ausentes. El Rey sigue en buen uso y sería titular. El pueblo español está en mejor forma -mejor comido, mejor vestido, mejor informado, más ilustrado-- y con menos rencor que en 1975. El puesto de González lo ocupa Zapatero; Rajoy, el de Fraga; Llamazares -o quién sabe- sale por Carrillo y en la demarcación de Tarradellas-Pujol está Artur Mas. En estos momentos, lo más cercano a Suárez es Rosa Díez, que juega por el centro, aunque está a siglos luz del Duque.

Es lo que hay y con este equipo habría que jugar. Uno lee y relee la alineación y teme que la segunda transición ya esté perdida. ¿Cómo es posible que una dictadura de 40 años generase estadistas, y una democracia de 30 deje este panorama? ¡Si hasta el agua bendita estaba en manos de Tarancón y ahora la administra Rouco!



domingo, 16 de noviembre de 2008



Casi ecuestre

José Joaquín Rodíguez Lara


Parece la noche de los políticos vivientes, oí que pensaba una periodista apretujada junto a mí. Iba a responderle cuando ¿zas!, pasó rozando el ex Cosculluela. Traspuestos aún por la impresión nos empujaron hacia un lateral del pasillo y al girar la cabeza se nos apareció el mismísimo ex Corcuera.

Juan Carlos Rodríguez Ibara y Alfonso Guerra
durante la presentación en Madrid del libro 'Rompiendo cristales'.

También estaban el ex Felipe, el ex Guerra, el ex Vera, el ex Cascos, el ex Ramallo, el ex Oliart, la ex Matilde Fernández, el ex Txiki Benegas y el ex Jiménez de Parga, además del ex Fernando Martín, fugaz presidente del Republicano Madrid, club de fútbol que, de tanto despreciar la Copa del Rey, ha dejado de ser Real y creíble. Y había más ex, muchísimos más. Definitivamente, no era la noche de los políticos vivientes, sino mucho peor: se nos había desencuadernado El Libro Gordo de la Transición y los santos y las santas y la pasta y los notas a pie de página revoloteaban por las butacas tal que hojas de otoño en un remolino.


Felipe González presentó el libro de Ibarra e Ibarra se presentó dispuesto no sólo a recoser las relaciones entre Alfonso y Felipe -la mejor pareja de baile que han visto los siglos (XX y XXI)-, sino que propuso otra transición, con Felipe de Borbón como baúl de los compromisos. Hizo un discurso sin matices. Animó a deshacerse de los nacionalistas y a bendecir la rendición de ETA. Si cuaja, veremos a 'Dienteputo' negociando los presupuestos y a Ibarretxe en el monte, cocinando en olla exprés.


Además de soluciones políticas, Ibarra las ofrece logísticas: Extremadura tiene agua para España y un líder para la Moncloa. Vara se revolvió en la butaca, para desmoldar las carnes. Desde la portada del libro le escrutaba el autor de 'Rompiendo cristales', en un retrato casi ecuestre. Ibarra a caballo entre «las memorias y el pensamiento político».


martes, 11 de noviembre de 2008

Ocupas

José Joaquín Rodríguez Lara


NUNCA el mundo tuvo tanta libertad y jamás hubo tanta gente empeñada en robárnosla. El cambio climático trae una plaga de sectas y otros comecocos.

Las hay de todo tipo, se multiplican a la velocidad de Internet y renacen de sus cenizas como bichos indestructibles. Los sectarios que acaban de arrastrar al mundo hasta el abismo de sus avaricias dirigen el comité de salvación y exigen, además, ser los primeros en salir del hoyo si queremos recuperar lo perdido.

Los salvadores están de plena actualidad, pero las sectas tienen hondo arraigo en la salud, el arte, la educación, la diversión, el trabajo, la religión, el deporte, la empresa, la familia, el sexo y en la información. No se puede dar un paso sin que un santón, una oenegé, un panfleto con megáfono, una cambiahistorias, un grupo de presión o una iluminada y sus filamentos te prohíban opinar, te impidan actuar y, en definitiva, te nieguen ser.

Se lo toman tan a pecho que hallan lo contrario de lo que buscan. Nada había despertado tantas ganas de hamburguesas gigantes como aquella ministra hética que riñó a los españoles por comerlas. Los antitaurinos fortalecen la fiesta de los toros. ¿Cuántos ateos irrecuperables han fabricado los seminarios? ¿La Reina es menos popular tras las criticas de los homosexuales? Las 'mujeres jirafa' de Tailandia rechazan a las oenegés que se empeñan en despojarlas de su tradición y de su modo de vida. Hasta el perro de Bush ha mordido a un periodista que pretendía acariciarlo, demostrando -el animal- que los dueños se parecen a sus chuchos.

En el catálogo de las groserías no hay grosería mayor que colarse de 'okupa' en la vida de alguien para hacérsela vivir a nuestro modo.


domingo, 9 de noviembre de 2008

Barack Monago


José Joaquín Rodríguez Lara


EL mundo ya tiene al presidente Obama, la esperanza negra de la humanidad, y Extremadura, a Monago, la esperanza blanca de la derecha extremeña. Bueno, de gran parte del PP.

Ambos son senadores y han sido llamados a más altos designios en la misma semana, del mismo mes del mismo año, bisiesto. Pura coincidencia, pues Obama es negro, aunque alguno le vea como un blanco, y Monago es blanco y ya se verá. Seguramente tienen más puntos en común, pero ello no añade ni resta méritos a sus respectivos currículos. Con su elección, Barack Obama entra en la historia como el primer presidente negro de Estados Unidos y José Antonio Monago pasará a la historia -lo mismo que un tal Floriano y todos sus antecesores- si no desbanca de la Presidencia de la Junta a los socialistas. El PP y la política son así, señora.

La elección de Monago es buena. Buena para los ejecutivos del PP de Madrid que quieren tenerle como manijero de los populares extremeños; buena para José Antonio Monago, que como si fuera canterano del Liverpool o de un equipo de la NBA, empezó limpiándole los zapatos a las figuras y ahora sienta plaza como superior del convento; es una elección muy buena para el Ayuntamiento de Badajoz que, con un poco de suerte, renovará el armario, pero sobre todo será extraordinariamente beneficiosa para los electores pacenses a quienes Celdrán ya les había elegido tres cuarto de alcalde y ahora ellos mismos podrán elegir cuarto y mitad.

Siempre y cuando Miguel Celdrán no siga estirando la goma y se preste a la reelección. Dicen -incluso lo dicen en el PP-, que Celdrán no está ni se le espera, pero de él puede esperarse cualquier cosa. Todavía.

domingo, 2 de noviembre de 2008


Periodistas

José Joaquín Rodríguez Lara


JUSTO al cumplirse 500 años desde que la imprenta alumbró la primera edición de 'Amadís de Gaula', ese monumento al que el mismísimo Cervantes indultó salvándolo de las llamas en el expolio de la biblioteca de Don Quijote; el día que se festejaba el 70 aniversario de 'La guerra de los mundos', la maravilla radiofónica con la que Orson Wells aterrorizó a la audiencia, asombró a la Humanidad y se ganó para siempre su peana y su hornacina en la galería universal de los genios; precisamente ese jueves arrancaba en Cáceres el III Congreso de Nuevo Periodismo, presidido por los Príncipes de Asturias.

Había en la sala periodistas de fuste y blogueros con carácter y muchos otros sobrados de energía, augurando que habrá periodismo mientras haya personas que se sientan periodistas, independientemente del medio que utilicen para comunicar.

En la inauguración, el presidente Vara estuvo taxonómico y habló de periodismo nuevo y de viejo periodismo; el ex presidente Ibarra pregonó la necesidad de que los medios convencionales se reinventen y el Príncipe invitó a conservar la esencia del periodismo, con virtudes como la libertad y la veracidad; unos valores de los que son principales depositarios y custodios los periodistas.

Más allá de la tecnología y de las empresas hubo siempre, y siempre habrá, muchos periodistas que se esfuercen en contar bien lo que pasa.

Pero, desgraciadamente, tampoco faltarán nunca algunos periodistas cerrilmente empeñados en que pase lo que ellos cuentan.

Y aunque a nadie le guste, mientras la precariedad laboral secunde al desánimo, cada vez habrá más periodistas que no sólo pasen de lo que pasa, sino que pasen hasta de lo que cuentan.