sábado, 24 de marzo de 2018

Raquel Sánchez Silva, Palomo Spain, María Escoté y Lorenzo Caprile.


Caprile y el vestido de la Virgen


José Joaquín Roríguez Lara


España ya no es España / es un taller de costura / con Palomo, Escoté, Caprile / y Raquel de Extremadura.


Que trajín, mi madre, que trajín. Lorenzo Caprile ha pasado de vestir a la Reina doña Letizia a hacernos un traje a quienes no entendemos ni de modas ni mucho menos de modos.


‘Maestros de la costura’, cada lunes en su TVE, no es un programa de entretenimiento, es un curso acelerado de corte y confección.


No hace falta ni verlo. Basta con zapear para aprender, de una vez y para toda la vida, lo que es un pespunte, un hilván, un drapeado, el moaré, un vestido con caída, una manga ranglán, un abriguito formal para perro, otro abriguito más sexi para la perrita, un hábito de monja, un dobladillo, una seda que se escurre, un patrón que se traspapela, un escote asimétrico, una canilla sin hilo, un modelaje inmodelable, una aguja rota… Un sinvivir, un ¡auténtico sinvivir!


Raquel Sánchez Silva, de Plasencia, presenta y dirige el desfile. Palomo Spain, siempre divino, es un maniquí de sí mismo y, aunque habla poco, lo hace con criterio. La prudencia le da a María Escoté cierta apariencia de jefa de planta de El Corte Inglés. Te observa, pero no te atosiga.


Y luego está él, Lorenzo Caprile, que no admite que se le llame modisto, porque considera que lo correcto es llamarle modista, y al que hay que echarle de coser aparte.


Qué modos, qué maneras, qué verbo, qué arte tiene Caprile hasta para llorar. En la Legión hay brigadas con mucho menos carácter que Lorenzo Caprile. Resbalas ante su mirada de acero y Caprile no te ayuda a levantarte. Te pisa la cabeza para hundírtela en el barrizal de tu propia impericia.


Los concursantes de ‘Maestros de la Costura’, aprendices les llaman, no son personas normales. Son acericos, son esas almohadillas que hay en los cestos de la costura, para pinchar los alfileres, las agujas, las tijeras y los puñales envenenados, de doble filo, que se dirigen contra los habitantes de esta televisera granja de modistas. Tienen ambición y ganas de aprender, pero son acericos de carne y sentimientos, que de todo hay en el taller de costura de las España.


Dentro de muy poco, en el feisbu, saldrá gente diciendo: Si aprendiste moda con Caprile y has sobrevivido, ¡compártelo!


Es tal el impacto causado por el programa que, seguramente con toda la razón del mundo, la Cofradía Ferroviaria del Descendimiento, Santísima Virgen de las Angustias y Nuestra Señora de la Esperanza, una de las más importantes de Mérida, se niega a vestir a su Virgen de la Esperanza con un manto que se ha estado confeccionando desde el mes de mayo del año 2016. Dice la junta de gobierno de la Cofradía Ferroviaria que el manto no es digno de la Virgen ni de la Semana Santa de Mérida.


¡Qué el manto es indigno, dice! Ahí es nada. ¡Indigno! El manto, bordado en plata sobre seda, o lo que sea, verde mar, no es digno de la Virgen de la Esperanza. No lo es.


Antes, estas cosas no pasaban. Antes se hablaba con la costurera: Súbeme de aquí, bájame de allá... Y te quedabas con el manto y hasta te lo ponías para la procesión. Antes sólo se devolvía alguna corbata, a El Corte Inglés, pero después de habértela puesto para la boda de tu primo. Antes…


Antes es que no había programa de costura ni Caprile ni había ‘na’. Pero ‘na’ de ‘na’. Y así nos iba, que no distinguíamos una celosía de una transparencia ni una seda salvaje de un tafetán. En cambio ahora… “Esa capa no está terminada, querido”. Y todo gracias a Lorenzo Caprile, que está transformando España.


Bien haría Cristóbal Montoro, ministro de Sierra Morena y del resto de España, en montar, aunque sea en Telecinco, un ‘Maestros de la Declaración de la Renta’ y empezar a impartir doctrina, desde el televisor, sobre las casillas, el mínimo exento, las deducciones, el borrador, las confesiones paralelas, las superpuestas, las automáticas, las de un solo cañón y las declaraciones de la renta que tiran con balas y al codillo. “¡A ver, aprendices, declarad vuestra pensión ahora mismo, no vaya a ser que lleguéis a cobrarla y no sepáis declararla! Vamos, confesad. Tenéis treinta minutos”.



(Trigésimo primer artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 20 de marzo del año 2018.)





Google se asoma a la cueva de Maltravieso


José Joaquín Rodríguez Lara


Google ha celebrado el Día del Padre sustituyendo las letras de su nombre por manos. Por manos de distintos tamaños, por manos de colores. Es toda una familia de manos, aunque también podría ser una manada de dinosaurios herbívoros, panzudos, de largo cuello y patas gruesas y rectas.


Pero dicen que son manos y que Google ha plasmado con ellas su particular homenaje al Día del Padre. Le ha dedicado un doodle (garabato), que así se llaman estas cosas que hace Google con su cabecera.


No está mal, pero por mucho menos que el Día del Padre, hay centros comerciales que te dedican una planta y hasta las bolsas del supermercado.


El gesto de Google me recuerda a las manos, también multicolores, que los neandertales plasmaron en las paredes de la cueva de Maltravieso, en Cáceres, hace más de 66.000 años. Las manos de Maltravieso son las pinturas más antiguas del mundo. Por lo que se sabe hasta ahora, el arte rupestre, la decoración de interiores, nació en Cáceres.


Es posible que los seres anteriores a la especie Sapiens que, hace más de 66.000 años, poblaban el Calerizo cacereño ya celebrasen su pertenencia a un linaje pintando manos de colores. Las manos ocres para los nietos del ‘seño’ Ocre, las amarillas, para la descendencia de la ‘señá’ Amarilla.


Tal vez algún día encontremos la explicación al misterio de esas manos extremeñas si se excava la entrada de la cueva de Maltravieso, que aún no se sabe dónde está. A la cueva se accede por el destrozo que hizo un cantero que acarreaba piedras y confirmó, de modo empírico, el optimista dicho de que no hay mal que por bien no venga.


Localizar y excavar la entrada de Maltravieso debería ser una tarea urgentísima para los arqueólogos interesados en el origen de las manifestaciones simbólicas de las especies humanas, pues los neandertales también eran humanos, aunque no se les llame sapiens. Pero parodiando al entrenador de fútbol César Luis Menotti, argentino y del Barcelona tenía que ser, Extremadura es una región acuciada por urgencias prehistóricas.


En cualquier caso, siempre quedará la duda sobre qué fue primero, si las pinturas de la cueva de Maltravieso, con más de 66.000 años de antigüedad, o las malas traviesas del ferrocarril extremeño, que ni se sabe de cuando son.


Para no errar al elegir una u otra manifestación prehistórica, me quedo con las manos de Google, que son del 19 de marzo, Día del Padre. Me gustan. Sean manos o sean dinosaurios.


En general, la mano me parece lo más humano del ser humano que nos habita por dentro, aunque en ocasiones no se atreva a salir por temor a nosotros mismos, a nuestra falta de humanidad. Creo que la mano nos hizo humanos a todos. Incluidos a los neandertales de Maltravieso City, la Ciudad de las Manos.



(Trigésimo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 19 de marzo del año 2018.)





jueves, 22 de marzo de 2018

- El redactor jefe es alguien de la familia,
una suerte de tía carnal soltereta
 empeñada en enderezar a los sobrinos.
Y a las sobrinas, claro.

sábado, 17 de marzo de 2018


La prisión permanente revisable y el voto




José Joaquín Rodríguez Lara


España es fruto de las visitas que, a lo largo de los milenios, ha recibido. Por Iberia han pasado íberos, celtas, tartesios, fenicios, cartagineses, romanos, árabes, suevos, vándalos, alanos, visigodos, franceses, japoneses, norteamericanos, turistas, multinacionales, futbolistas, chinos y todo lo que, por tierra, mar y aire, está llegando detrás.


Es una lástima que nunca nos hayan invadido los suizos. España es un país a medio aliñar. La ensalada española necesita un buen chorreón de sangre suiza, de mansa aceite tirolesa, que compense nuestro tradicional carácter avinagrado. Con la sal puesta ya nacemos.


41.277 kilómetros cuadrados, 8,5 millones de habitantes, cuatro idiomas oficiales –alemán, francés, italiano y romanche-, y 26 estados, 26: así es Suiza. Los suizos no tienen playa, habitan en 26 ‘autonomías’, que ellos llaman cantones, hablan de cuatro formas distintas y, sin embargo, no discuten. O al menos, loado sea el cielo, no se les oye.


Si los suizos nos hubiesen invadido a tiempo, España no estaría discutiendo ahora si hay que mantener la prisión permanente revisable, para evitar que los grandes criminales vuelvan a secuestrar, violar y matar, o hay que derogarla para que esos mismos grandes criminales, y ‘criminalas’ que al parecer también las hay, se civilicen en la cárcel y se reinserten en la sociedad.


No se discutiría a voces, como está ocurriendo, porque el derecho de la ciudadanía a vivir se antepondría a la afición de la ‘inciudadanía’ a secuestrar, a violar y a matar. Y no estaríamos discutiendo porque el asunto ya se habría ventilado en un referendo adosado a cualquier votación de ámbito nacional.


Es lo que se hace en Suiza hasta para decidir si es constitucional encerrar de por vida, en jaulas, a las gallinas ponedoras.


Pero como no somos suizos ni tampoco estamos estudiando para serlo, nos pasamos la vida discutiendo sobre si la prisión revisable a los 20 años es cadena perpetua y cumplir las penas íntegras, aunque sean de 30 años o más, no lo es. Y así nos va.


Mas, no hay que preocuparse demasiado. Es mucho más práctico aprovechar cualquier elección para denostar o apoyar la prisión permanente revisable votando al partido que la rechace o al que la mantenga.


Si el debate político no da la talla y los suizos siguen sin invadirnos, a falta de un referendo nacional sobre la prisión permanente revisable, buenas, muy buenas, van a ser las próximas elecciones.


(Vigésimo noveno artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 16 de marzo del año 2018.)


¡Es vergonzoso!


José Joaquín Rodríguez Lara


En Extremadura se habla mucho de pobreza energética y muy poco, o nada, de vergüenza energética.


Es penoso que a algunas personas no les llegue el dinero para consumir la energía eléctrica que necesitan. Y tanto o más lamentable es que a algunas personas no les llegue la energía eléctrica que necesitan, a pesar de que la pagan a precio de oro.


Es lo que ha ocurrido este miércoles en Salvatierra de los Barros, con alcalde del Partido Popular y 1.700 habitantes que bajan sin freno por la rampa del des--censo municipal. Seguramente se van a un sitio del que no se vaya la luz.


Aunque no lo parezca, Salvatierra de los Barros no es una aldea africana, aislada en mitad de la selva. Salvatierra es un municipio representado en la Diputación de Badajoz, supervisado por la Junta de Extremadura, perteneciente al Estado español e integrante de la Unión Europea. En definitiva, es un pueblo que, en teoría, pertenece a lo que se suele llamar ‘el mundo occidental’.


Ninguno de estos poderosos paraguas institucionales les sirven a los habitantes de Salvatierra de los Barros cuando llueve. Cuando llueve, Salvatierra se queda sin paraguas, sin chubasquero y hasta sin energía eléctrica. Y no es que haya pasado una vez. Ocurre habitualmente.


El miércoles ‘la luz’ se fue a las tres y cuarto de la tarde y no regresó hasta pasadas las nueve de la noche. Seis horas estuvo la mayor parte de Salvatierra sin suministro eléctrico, seis horas, seis, como los toros.


Como no es la primera vez que algo así ocurre, hay que sospechar que Endesa, la compañía suministradora, y todas las instituciones políticas y todos los políticos de esas instituciones llevan años toreando a los salvaterreños. Años. Años de 365 días, de 366 los bisiestos.


Es vergonzoso que en Salvatierra ‘se vaya la luz’ cada vez que llueve.


Es vergonzoso que una Extremadura que exporta energía eléctrica no cuente con los medios necesarios para evitar cortes y más cortes del suministro eléctrico en sus pueblos.


Es vergonzoso que en Extremadura haya políticos más interesados en enterrar el pasado, que muerto y bien muerto está, que en alumbrar el futuro.


Es vergonzoso que el ‘corte de relaciones’ entre directivos de dos equipos de fútbol -Villanovense y Extremadura- suscite la intervención del presidente de la Junta y el corte de la luz, una vez tras otra, no le haga saltar del sillón como si le hubiese picado un alacrán.


Es vergonzoso que la misma administración que ahoga en trámites burocráticos a la ciudadanía no impida que, esa misma ciudadanía, sufra en su patrimonio el mal funcionamiento de un servicio que paga como si fuese de calidad.


Y también es una vergüenza que se hable de indemnizaciones como remedio para el problema. Se indemniza el daño causado ocasionalmente. Si el daño es habitual no sólo se indemniza, además, se interviene para corregir la mala calidad del servicio.


Gobernar no es hacer declaraciones y más declaraciones insulsas, obvias y hueras sobre la energía eólica o sobre la violencia machista. Gobernar es aportar soluciones. Si no para hacer la vida mejor, al menos para hacerla vivible. Incluso en un pueblo con alcalde del PP, como Salvatierra de los Barros.

(Vigésimo octavo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 15 de marzo del año 2018.)



El Universo pierde un punto de apoyo


José Joaquín Rodríguez Lara

El mundo acaba de perder a un genio, a un sabio respetado y admirado tanto en los santuarios de la ciencia como en la calle.


Ha muerto Stephen Hawking, un científico extraordinario, un físico que no sólo investigó el Universo, un misterio que ha fascinado al ser humano desde su origen, y planteó teorías revolucionarias sobre su origen y su desarrollo, sino que fue capaz de divulgar el resultado de sus investigaciones y, lo más difícil para la mayoría de los científicos, hacerlas comprensibles para personas con un nivel de conocimientos astrofísicos muy inferiores a los del propio Hawking.


Desde su silla de ruedas, respirando por un tubo que le suministraba oxígeno, comunicándose a través de un ordenador, mediante un sintetizador electrónico de voz que hablaba por él con su característico tono de robot, encarcelado en el calabozo de su propio cuerpo por la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que lo dejó completamente paralizado cuando tenía 21 años, Hawking ha sido una de las mentes más libres, brillantes, innovadoras y constructivas que ha tenido a su servicio la Humanidad durante los últimos años.


Su legado y su popularidad sólo son comparables a las de otro genio, Alfred Einstein, cuya teoría general de la relatividad pretendía conciliar con los conocimientos derivados de la física cuántica.


El científico británico planteó teorías revolucionarias sobre los primeros instantes del Universo, con su famoso Big Bang, sobre los agujeros negros, a los que consideraba ‘sus alumnos’, sobre el tiempo, sobre la existencia o no de civilizaciones extraterrestres y sobre las consecuencias de llegar a tomar contacto con ellas y hasta sobre Dios y su ilusoria existencia.


"Fue un gran científico y un hombre extraordinario, cuyo trabajo y legado vivirá por muchos años", han dicho sus hijos Lucy, Robert y Tim en un comunicado.


Stephen Hawking nos ha dejado en la madrugada de este miércoles, a los 76 años, al agravarse su enfermedad. Ha muerto en su casa de Cambridge, de cuya Universidad fue profesor, ocupando el mismo cargo que, 300 años antes, había tenido Isaac Newton, uno de los padres de la física.


Con la muerte de Stephen Hawking, no sólo se pierde un sabio y un revolucionario; además, el Universo se queda sin un punto de apoyo para que podamos seguir intentando comprenderlo.

(Vigésimo séptimo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 14 de marzo del año 2018.)



Desaparición, muerte y hallazgo de Gabriel, un golpe tras otros


José Joaquín Rodriguez Lara


Uno tras otro, caen los golpes con la desaparición, muerte y hallazgo de Gabriel, el niño de Níjar (Almería).


Son auténticos marrazos, golpes de marra, de maza de herrero, como si en vez de moler los estados de ánimo de la buena gente se pretendiese forjar el acero más irreductible, y como si las personas, en vez de seres sensibles, fuesen yunques de fragua capaces de aguantarlo todo.


Por si no hubiese sido un golpe suficientemente fuerte la desaparición de un niño de ocho años, capaz de conquistar al mundo con su sonrisa y sus sueños de biólogo marino; como si no bastará con descubrir que las peores sospecha se habían confirmado y el pequeño Gabriel se había ido para siempre entre un cariñoso cortejo de peces multicolores; tal vez porque no bastaba con saber que el cuerpo de niño era transportado en el maletero de un coche, como un pescado todavía húmedo, por Ana Julia Quezada, la compañera sentimental de su padre; como si todo ello no fuese demasiado para conmover hasta a profesionales que, desgraciadamente, deben lidiar cada día con la muerte –algunos de los guardias civiles que detuvieron a la mujer que trasladaba el cadáver se abrazaron llorando al escuchar la palabra “afirmativo” que confirmaba la peor de sus hipótesis-, ahora se investiga si la detenida tuvo algún tipo de participación en la muerte de su propia hija, de cuatro años, que falleció tras caer desde un balcón, en Burgos.


Hay que esperar que se conozcan los resultados de la autopsia para saber cómo murió Gabriel y descubrir pistas sobre quién lo mató. Hay que esperar y, después de tantos y tan tremendos golpes, no resulta descabellado esperarse lo peor.


Las sinrazones del porqué lo mató sólo podrá darlas quien le asestó el golpe mortal al ‘pescaíto’; un ‘pececillo’ que, en doce días de ausencia, se abrió un hueco en el corazón de millones de personas.


Todo está pendiente de esa autopsia que amenaza con seguir golpeándonos a todos tanto en las tripas como en el asombro y que, al cerrar el caso de la desaparición, muerte y hallazgo de Gabriel en Almería, si es que lo cierra, puede abrirnos las puertas de otra muerte infantil en Burgos.


Si Ana Julia Quezada sabía que Gabriel estaba muerto, quizá desde el día de su desaparición, ¿cómo pudo mantenerse serena ante la madre del pequeño, ante la Guardia Civil y ante todo el mundo durante doce días?


Vivimos a golpes, pues son muchos los golpes que nos da la vida, y se dice que un solo golpe es la muerte, pero no siempre es así. Hay veces, como en el caso de Gabriel Cruz, que en paz descanse rodeado para siempre del cariño de todos, que la muerte da muchos golpes, muchos.


(Vigésimo sexto artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 12 de marzo del año 2018.)

Mientras que no manden las mujeres


José Joaquín Rodríguez Lara


Multitud de mujeres pararon en todo el mundo, pero el mundo no se paró. El mundo siguió en marcha, rodando sobre los raíles de la desigualdad, de la injusticia, del machismo, de la incomprensión y de todo lo que minusvalora a la mujer.


Hoy, viernes 9 de marzo, El Día Después, es el día del Gatopardo. "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie", dijo Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957).


Las mujeres se manifiestan para que cambie el mundo y reciben el apoyo de políticos, de sindicalistas, de intelectuales, de empresarios y de gente de toda ralea y condición que las aplauden mientras, consciente o inconscientemente, continúan instalados en las primeras butacas de ese mundo. Gente que, con todas sus fuerzas, clava las uñas en el tapizado para que nadie la descabalgue de él.


Muchas de las personas que dificultan el acceso al poder de las mujeres son mujeres que viven a la sombra de los poderosos, dicho sea en plural y masculino.


Las manifestaciones de este este Día Internacional de la Mujer eran necesarias, pero resultan muy insuficientes. Las mujeres han puesto en marcha el motor. Hasta han dado un acelerón, si es que el motor ya estaba al ralentí, pero para llegar a su destino van a tener que empezar a conducir el vehículo. A conducirlo ellas, con sus propias manos.


La posibilidad de que este 8 de marzo marque un antes y un después, como ha declarado Guillermo Fernández Vara, no asegura la desaparición del machismo ni de las injusticias. En realidad, no cambia nada. El 8 de marzo ha terminado y seguimos igual.


Otra cosa sería que, al ver a 10.000 extremeñas manifestándose, Vara se hubiese dado cuenta de que Extremadura necesita una presidenta de la Junta, como Badajoz necesita una alcaldesa, y hubiese dado un paso al lado. Puede hacerlo, pues ni carece de un empleo, ni necesita trabajar.


Pero él no es así. Vara quiere gobernar la ‘emancipación’ de la mujer. En esto se parece mucho a Pedro Sánchez, su líder federal, que prefiere liderar a Susana Díaz antes que permitir que la líder de los socialistas andaluces lo lidere a él.


Sinceramente no confío en que, a medio plazo, los hombres les demos el poder a las mujeres. Tampoco confío en que las mujeres lo alcancen por sus propias fuerzas. Aunque demostraciones de fuerza como la de ayer confirman que la mujer, o mejor dicho, el feminismo es en sí mismo una ideología; que tiene en su programa de gobierno más puntos y más realistas que muchos partidos políticos.


¡Ay, si las mujeres formasen su propio partido político y llegasen a las cámaras legislativas y supiesen aprovechar sus escaños, pocos o muchos, para aprobar leyes y tomar iniciativas de gobierno que verdaderamente empezasen a cambiar el mundo!


Pero eso es muy difícil, por no decir imposible, debido a que muchísimas de las mujeres que se manifestaron este jueves militan en partidos, en sindicatos y en organizaciones que luchan como gatos panza arriba para seguir manejando el poder.


Cierto es que hay algunas mujeres en cargos públicos; algunos de ellos tan relevantes como las presidencias de las cámaras legislativas. Son cargos intermedios, personajes secundarios, son ‘las amas de casa del poder’. A la hora de la verdad, en sus partidos, en sus sindicatos, en sus organizaciones de mil y un tipos, mandan los hombres.


Y el mundo y sus injusticias contra la mujer no cambiarán mientras que en buena parte del mundo no manden mujeres justas.



(Vigésimo quinto artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 9 de marzo del año 2018.)

- La ficción necesita pinceladas de realismo para ser creíble y la realidad precisa brochazos de ficción
para resultar verosímil.


jueves, 15 de marzo de 2018

Alma de titanio


José Joaquín Rodríguez Lara


Parece que la embriología ha perdido actualidad durante los últimos años, pero con pocas lecciones he disfrutado más que viendo al profesor Ángel Robina, catedrático de la Universidad de Extremadura, dibujando el misterio de la vida sobre un encerado de la cacereña Facultad de Veterinaria.


A partir de dos células –un óvulo y un espermatozoide- el dibujo iba creciendo un poco cada día; las células y los tejidos adquirían color, migraban y le iban dando cuerpo y forma al embrión.


De aquella etapa universitaria recuerdo vagamente, que la Universidad me perdone, que el esternón era el hueso, o uno de los huesos, que primero producía sangre. Con esa creencia me quedé, al menos.


Esa idea, sea cierta o errada, me confirmó que los viejos matarifes de los pueblos sabían lo que decían cuando, en la clase de anatomía, durante las matanzas domésticas, extraían el esternón, para abrir en canal al cerdo, y blandiendo el hueso como un cuchillo nos preguntaban a los mozalbetes: ¿qué es esto? El esternón, respondía titubeando quien lo sabía. Craso error, muchacho. Esto es el alma, el alma del cochino que aquí ves de cuerpo presente.


Ya no sé muy bien si el esternón produjo sangre alguna vez y si en este hueso reside el alma, si es que los cochinos tienen alma, que se preguntaría el poeta Luis Chamizo.


A mí, el esternón me parece la chalina, vulgo corbata, del esqueleto humano. Una osamenta sin esternón es un esqueleto sin elegancia ni uniforme de boda.


El esternón es un hueso bastante variable en su forma y tamaño. Seguramente es el más voluble de los más de 206 huesos que nos sostienen. En los varones, el esternón es más estrecho y más largo que en las mujeres. Ignoro el motivo.


Lo que sí sé es que sin esternón no se puede ni malvivir. Ni siquiera en Extremadura. El esternón es la pieza que cierra la caja torácica, la clave de bóveda en la arquitectura del tórax.


En el hospital Infanta Cristina, de Badajoz, se le acaba de quitar el esternón y parte de las costillas a una mujer. Los cirujanos le han sustituido estos huesos por piezas de titanio fabricadas a medida.


Si el esternón es el alma, esta paciente tiene el alma de titanio. No le producirá sangre, pero su nueva alma le dará ánimos, le insuflará ganas de vivir, de disfrutar de la vida.


Hay que alegrarse por ella y por quienes todavía tenemos el esternón de hueso en buen uso. Es una maravilla que, a pesar de los pesares, en esta Extremadura del cha-ca-chá del tren haya cirujanos como los doctores Santiago García Barajas, Cipriano López García, José Luis Amaya y María Isabel Correa capaces de realizar con éxito una intervención quirúrgica de esta enorme envergadura. Nuestro buen dinero nos cuesta, desde luego, tener una sanidad pública con estas prestaciones, pero hay que alegrarse de que la tengamos, por lo menos, casi tanto como de que no lleguemos a necesitarla.


Gracias, doctores, muchas gracias. Sus éxitos son nuestros salvavidas.


(Vigésimo cuarto artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 6 de marzo del año 2018.)

viernes, 2 de marzo de 2018


La oposición se deja arrancar un ojo para cegar a Rajoy



José Joaquín Rodríguez Lara


No sin cierta dosis de cabezonería, España podrá, al fin, meter la cabeza en uno de los centros de decisiones más importantes de Europa: el Banco Central Europeo (BCE).

La cabeza es la del todavía ministro español de Economía, Luis de Guindos, y la cabezonería, la de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, y la de todo su Gabinete, empeñados, casi tanto como Alemania y Francia, en sentar a De Guindos en el Eurobanco.

Lo han conseguido, pero no ha sido fácil. Se han encontrado no sólo con la animadversión, sino hasta con el acoso, de la mayor parte de la oposición española, con el rechazo del Parlamento Europeo y con la hostilidad de un cacho del sector informativo español, además de con el jolgorio de las redes sociales, que habitualmente hierven con todo lo que venga del Partido Popular, se llame Marta Sánchez y le cante a España o como se llame.

Pero, finalmente, como venían insistiendo Rajoy y su Gabinete, Luis de Guindos ha recibido el apoyo del Eurogrupo, y cambiará Madrid por Fráncfort (Alemania), donde el Eurobanco tiene su sede.

En la recta final para la elección, optaban al puesto el español y el irlandés Philip Lane. Los partidos de izquierda -entre ellos los españoles, e incluso Ciudadanos-, con representación en el Parlamento Europeo le dieron su visto bueno a Lane, pero la decisión de la Eurocámara no era vinculante.

La del Eurogrupo, donde están los gobiernos europeos, sí. Y como Alemania y Francia, auténticos pesos pesados de la UE, querían a De Guindos, el aspirante irlandés ha renunciado a competir y se ha retirado. Sabia decisión. Soldado que huye sirve para otra batalla, dijo Napoleón.

El Partido Socialista Obrero Español no quiere que la vicepresidencia del BCE la ocupe De Guindos, pues prefiere a una mujer, y Pedro Sánchez, que no permitió que Susana Díaz, -que si no es mujer al menos lo parece-, liderase al Partido Socialista, ha declarado que el ministro español de Economía no está capacitado para encargarse de la vicepresidencia del Banco Central Europeo.

El currículum profesional de De Guindos le da mil vueltas a la mayor parte de los políticos españoles, incluido Pedro Sánchez, pero, a la vista del caso que le han hecho, el primer secretario socialista debe de tener muy poco trato con la ‘kanzlerin’ Angela Merkel, con ‘monsieur’ Emmanuel Macron y demás primeros ministros del Eurogrupo, incluido el señor Rajoy.

A esta fábula política no le falta su moraleja:

Un rey decidió dar a dos de sus súbditos lo que le pidiesen, con la condición de que aquel que no pidiese nada recibiría el doble de lo que hubiese pedido el otro. Tras pensar durante un buen rato, con el fin de no precipitarse y favorecer a su rival, uno de ellos encontró la solución. “Majestad”, dijo, “ya sé lo que quiero como regalo: sacadme un ojo”.

Aunque pueda sorprender, que te saquen un ojo no debe ser un mal presente cuando quieres destruir a tu rival y te aseguras de que a él le sacarán los dos.
A esto es a lo que parece jugar la oposición española, a quedarse tuerta, sin presencia en la cúspide del BCE, y, de camino, a dejar tuerta a España, con tal de que Rajoy se quede ciego.

(Vigésimo tercer artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 20 de febrero del año 2018.)


¿En Extremadura no llueve porque la lluvia es una cosa franquista?

José Joaquín Rodríguez Lara


El coco está en el paro. Ya nadie lo contrata para asustar a los niños. Los niños de ahora no se asustan ni aunque les escondas el móvil.


Hay quien cree que el coco es el espectro del ministro Cristóbal Montoro, pero nada hay más lejos de la realidad. Montoro le da muchísimo miedo al coco. Ante la presencia de Montoro, le cuadran las cuentas hasta a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que es tía abuela del coco por parte de Podemos.


En Extremadura hay pocas cosas que den más miedo que Montoro. El paro, los gansos del Guadiana y poco más...


Una de las cosas que más nos asustan a quienes sobrevivimos en Extremadura es el mapa del tiempo. El mapa de las isobaras, de los anticiclones, de los frentes, de las borrascas y de esas cosas.


En los mapas del tiempo, Extremadura siempre está rodeada. Por la nieve, por la lluvia y por todo tipo de precipitaciones provechosas. Está rodeada pero enjuta.


Extremadura es una isla de secano, rodeada de agua por todas partes menos por el cielo.


La Junta debería construir un centro de interpretación de la lluvia, para explicarles a los niños que era eso de que antes llovía.


La lluvia es algo tan antiguo que seguramente incumple la Ley de la Memoria Histórica, por ser un asunto franquista. Con Franco llovía más. Fijo. Esa podría ser una explicación a que, últimamente, llueva en todas partes menos en Extremadura: como la lluvia es antigua y, por lo mismo debe de ser franquista, el presidente de la Diputación de Badajoz la ha borrado del mapa.


Por eso mismo, los extremeños sobrevivimos en esta calma chicha, sol por aquí, sol por allá, náufragos en el mar de los soles, que es como el mar de los Sagarzos, pe
ro con 40 grados a la sombra y sin agua.


Y escribo todo esto con el deseo de que la tozuda realidad me desmienta lo antes posible, pues como no llueva pronto, el llanto de todos los extremeños no va a ser suficiente ni para humedecer los carrillos (vulgo mejillas) de las abuelas.


(Vigésimo segundo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 19 de febrero del año 2018.)