martes, 18 de noviembre de 2008


Ni el masajista

José Joaquín Rodríguez Lara


EL pueblo, el Rey, Suárez, Carrillo, González, Fraga y el tándem Tarradellas-Pujol llevaron a España desde la dictadura hasta la democracia. Seguro que usted podrá añadir algún nombre, pero sería injusto que borrase a cualquiera de estos. Son los siete magníficos de la transición.

Sólo dos continúan 'en activo'. El Monarca, que sigue en el trono, y el pueblo, para el que la dictadura franquista empieza a ser algo de los Alcántara y otros personajes de la serie 'Cuéntame'.

Tarradellas falleció hace años; Suárez vive atrapado por el alzhéimer; González y Pujol dejaron la vanguardia de la política y aunque Carrillo y Fraga son dos prodigios de la naturaleza, lúcidos y ocurrentes a pesar de sus muchos años, ya no están para realizar reformas.

Si hubiese que jugarse ahora una segunda transición, como plantea Ibarra, para formar el equipo habría que cubrir las bajas con los sustitutos naturales de los ausentes. El Rey sigue en buen uso y sería titular. El pueblo español está en mejor forma -mejor comido, mejor vestido, mejor informado, más ilustrado-- y con menos rencor que en 1975. El puesto de González lo ocupa Zapatero; Rajoy, el de Fraga; Llamazares -o quién sabe- sale por Carrillo y en la demarcación de Tarradellas-Pujol está Artur Mas. En estos momentos, lo más cercano a Suárez es Rosa Díez, que juega por el centro, aunque está a siglos luz del Duque.

Es lo que hay y con este equipo habría que jugar. Uno lee y relee la alineación y teme que la segunda transición ya esté perdida. ¿Cómo es posible que una dictadura de 40 años generase estadistas, y una democracia de 30 deje este panorama? ¡Si hasta el agua bendita estaba en manos de Tarancón y ahora la administra Rouco!



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