lunes, 22 de diciembre de 2008


El catalán, en la intimidad

José Joaquín Rodríguez Lara


Los catalanes pueden ser más malos que los Malasombra. Y una de sus maldades más abominables es preferir su lengua a las de los demás. Con lo clarito que hablamos nosotros. Pero nada, son incorregibles. Aunque más de la mitad de los residentes en Cataluña usan el castellano como primera lengua, a pesar de que la voz del Imperio barre al catalán en los periódicos y aunque, si te das maña, hasta te escuchan cuando les hablas en castellano, no sólo exigen que los rótulos se escriban en catalán, sino que traducen de oficio los nombres propios.

En la prensa catalana llaman Elionor de Borbó a la infanta Leonor y Felip de Borbó a su padre, el heredero de la corona. No como aquí, que tenemos la deferencia de llamar José Luis a Josep Lluis Carod Rovira, aunque todos, incluidos muchos catalanes, preferiríamos llamarle Pepelui, que es término más afectuoso. En Cataluña, todo lo español que se pueda traducir al catalán es traducido, aunque sea al inglés, así que no hay que rasgarse las vestiduras si la Generalidad catalana exige que el jamón y demás derivados del porcino ibérico extremeño se anuncien en el idioma vernáculo que, en su casa, es el suyo.

¿Por qué no hacen lo mismo con la coca-cola? Pues porque está en 'inglés' y los catalanes oyen la marca sin atragantarse. Y, además, póngase usted a traducir coca-cola a los oídos de Pujol, verá como al tercer intento desiste y la llama pepsi. Y eso sí que no.

En China, los chinos del chino mandarín -que no es un flan, sino un idioma- se pusieron a buscar un nombre chino que supiese a 'la chispa de la vida' y le salían cosas rarísimas incluso sin beberla; nombres como 'muerde el renacuajo de cera' o 'yegua rellena de cera'. Esto tal vez no sea verdad, lo admito, pero está en Internet y viene al caso. Al final, la propia coca cola tuvo que buscarse un nombre chino que sonase a refresco con burbujas y eligió uno que en castellano y en catalán significa 'permitir a la boca poder regocijarse'. Es decir, que si usted mismo y su primo de San Baudilio entran en un bar chino mandarín y se les antoja tomarse una 'permitir a la boca...', ya sabe, ¿qué hacen?

- Pedir dos pepsis.

Como Zapatero. ¿Usted se imagina a ZP, que no sabe economía en catalán, negociando la financiación autonómica con Montilla, que de tanto catalán como sabe, en Cataluña le llaman José, delante de los demás presidentes autonómicos? Ni coca cola ni leches: pepsi para todos. Y eso sí que no. Ya lo dijo Aznar: el catalán, en la intimidad. Sobre todo para evitar malos tragos. ZP sí que sabe.

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