lunes, 1 de abril de 2013

- Las redes sociales -Facebook, Twiiter, Tuenti, etcétera-
no garantizan la veracidad de sus contenidos
porque no son medios de información, son ámbitos
por los que circulan datos, opiniones, imágenes, música, etcétera. 

Los únicos responsables de la veracidad de esos contenidos
son sus autores y divulgadores. 


El viento tampoco es un medio de información,

 sino otro ámbito,

 y por eso a nadie se le ocurre exigirle que sea verídico

 el contenido de las octavillas que propaga. 


Nadie le pide responsabilidad a la pared
en la que se ha pegado un mensaje falso;
ni siquiera en el hipotético caso de que esa pared
hubiese sido construida expresamente
para pegar carteles con falsedades.


Pocos lugares ofrecen más información que un quiosco de prensa
y creo que nadie considera a los quioscos medios informativos
ni pide responsabilidades a los quiosqueros
cuando las informaciones de los periódicos no son verídicas.


Un medio de información es mucho más que un soporte
para acoger mensajes personales, es una estructura organizada
para difundir contenidos seleccionados y jerarquizados
por el propio medio con un objetivo,
siempre interesado, del que pueden participar o no sus usuarios.


Hay muchas diferencias entre un medio informativo y una red social. 

Una de ellas, y no la menos importante,
es que los medios informativos están obligados
a calibrar la garantía de sus fuentes y a evaluar la veracidad
de su producto antes de difundirlo, sea de pago o gratuito, 

mientras que las redes sociales,
por su condición de espacio abierto y en línea
y debido al desconocimiento y a la falta de control
sobre la procedencia de sus contenidos,
no pueden hacerlo, más allá de ciertos automatismos
o a petición de terceras personas,
lo que no debe eximir a sus promotores
de tener una responsabilidad ante la sociedad
y ante la Justicia, que puede actuar exigiendo la retirada
de contenidos considerados improcedentes,
sean verídicos o no lo sean.


No hay comentarios:

Publicar un comentario