martes, 21 de abril de 2015

El soufflé de Ciudadanos

José Joaquín Rodríguez Lara


Ignoro si Ciudadanos sufre de vértigo, si le asustan las alturas o es que ha alcanzado ya la cima de sus posibilidades electorales y, como a partir de la cúspide, lo único que se puede hacer es bajar, ha iniciado el descenso, pero algo le está pasando.


Albert Rivera, líder del partido político Ciudadanos,
 en catalán Ciutadans, C's. (Imagen bajada de Internet.)

Algo le ocurre al bonito partido de Albert Rivera. Algo que explique propuestas tan peregrinas como olvidarse de invertir en el AVE, sin plantear una alternativa de comunicación por ferrocarril de alta velocidad en comunidades autónomas como la extremeña, para destinar ese dinero a una retahíla de institutos tecnológicos que, mucho me temo, se ubicarían todos en ciudades, provincias y regiones que ya están comunicadas a través del AVE. Más que nada, para acercar unos institutos a otros.


Algo debe ocurrirle a Ciudadanos cuando una de sus propuestas es legalizar la prostitución, que no es una reivindicación que la ciudadanía española, esté prostituida o no lo esté, exprese un día tras otro con sus protestas callejeras. Y hacerlo, además, con el argumento de que la prostitución mueve muchos miles de millones y no paga impuestos. Ni a Zapatero se le ocurrió semejante cosa. El narcotráfico también mueve millones y tampoco paga impuestos: legalícese.


Dejo al margen cualquier aspecto moral, allá cada quien con su conciencia, pero no me veo a las personas que se dedican a la prostitución cargando el IVA en el recibo. Ni a su clientela pidiéndole factura, con lugar, fecha y NIF, para desgravarse ese mismo impuesto en la declaración trimestral.


Prostituir a una persona es un delito y ese delito jamás debería ser legalizado. Tener que ejercer la prostitución por iniciativa propia al no hallar mejor forma de ganarse la vida es lamentable y no debería legalizarse algo que es lamentable. Ejercer la prostitución voluntariamente y sin necesidad material de hacerlo es digno de análisis, pero no me parece que exija la aprobación de una ley. Salvo que haya leyes para jugar al dominó o para pintar con acuarela. Más que legalizar el ejercicio de la prostitución, habría que velar por la buena salud de las personas que la ejercen y de su clientela. No es admisible que haya que tener carnet de manipulador de alimentos para despachar pan y no se vigilen las condiciones higiénicas de los prostíbulos.


Tras adelantar a la derecha precisamente por el carril de la derecha negándose a extender la atención sanitaria universal a los inmigrantes que estén en España en situación ilegal, lo último, por ahora, en el universo electoral de Ciudadanos es la propuesta de subirle el IVA, y por lo tanto el precio, al pan, para bajárselo a la ópera. Que a esto puede reducirse el planteamiento de aumentar el IVA de los productos básicos para bajárselo a los bienes y servicios culturales.


Se ve que para Ciudadanos, el IVA es una manta tan corta tan corta que si te arropas los calcetines (21% de IVA) te desarropas los huevos (4%). Bueno, los huevos y la leche y las papas y el queso y el pizarrín. Perdón, se me olvidaba, también la goma de borrar y el cuaderno y la regla y el resto del material escolar. Todo lo que, por estar dentro del grupo de los productos básicos, está gravado con el IVA superreducido, del 4%.


Y hablando de subir y de bajar, recuerdo ahora que el soufflé no sube dos veces, así que hay que hornearlo con mucho tino, don Albert, con todo el tino del mundo. Que le aproveche.


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