![]() |
Raquel Sánchez Silva, Palomo Spain, María Escoté y Lorenzo Caprile. |
sábado, 24 de marzo de 2018
Google se asoma a la cueva de Maltravieso
José Joaquín Rodríguez Lara
Google ha celebrado el Día del Padre sustituyendo las letras de su nombre por manos. Por manos de distintos tamaños, por manos de colores. Es toda una familia de manos, aunque también podría ser una manada de dinosaurios herbívoros, panzudos, de largo cuello y patas gruesas y rectas.
Pero dicen que son manos y que Google ha plasmado con ellas su particular homenaje al Día del Padre. Le ha dedicado un doodle (garabato), que así se llaman estas cosas que hace Google con su cabecera.
No está mal, pero por mucho menos que el Día del Padre, hay centros comerciales que te dedican una planta y hasta las bolsas del supermercado.
El gesto de Google me recuerda a las manos, también multicolores, que los neandertales plasmaron en las paredes de la cueva de Maltravieso, en Cáceres, hace más de 66.000 años. Las manos de Maltravieso son las pinturas más antiguas del mundo. Por lo que se sabe hasta ahora, el arte rupestre, la decoración de interiores, nació en Cáceres.
Es posible que los seres anteriores a la especie Sapiens que, hace más de 66.000 años, poblaban el Calerizo cacereño ya celebrasen su pertenencia a un linaje pintando manos de colores. Las manos ocres para los nietos del ‘seño’ Ocre, las amarillas, para la descendencia de la ‘señá’ Amarilla.
Tal vez algún día encontremos la explicación al misterio de esas manos extremeñas si se excava la entrada de la cueva de Maltravieso, que aún no se sabe dónde está. A la cueva se accede por el destrozo que hizo un cantero que acarreaba piedras y confirmó, de modo empírico, el optimista dicho de que no hay mal que por bien no venga.
Localizar y excavar la entrada de Maltravieso debería ser una tarea urgentísima para los arqueólogos interesados en el origen de las manifestaciones simbólicas de las especies humanas, pues los neandertales también eran humanos, aunque no se les llame sapiens. Pero parodiando al entrenador de fútbol César Luis Menotti, argentino y del Barcelona tenía que ser, Extremadura es una región acuciada por urgencias prehistóricas.
En cualquier caso, siempre quedará la duda sobre qué fue primero, si las pinturas de la cueva de Maltravieso, con más de 66.000 años de antigüedad, o las malas traviesas del ferrocarril extremeño, que ni se sabe de cuando son.
Para no errar al elegir una u otra manifestación prehistórica, me quedo con las manos de Google, que son del 19 de marzo, Día del Padre. Me gustan. Sean manos o sean dinosaurios.
En general, la mano me parece lo más humano del ser humano que nos habita por dentro, aunque en ocasiones no se atreva a salir por temor a nosotros mismos, a nuestra falta de humanidad. Creo que la mano nos hizo humanos a todos. Incluidos a los neandertales de Maltravieso City, la Ciudad de las Manos.
(Trigésimo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 19 de marzo del año 2018.)
jueves, 22 de marzo de 2018
sábado, 17 de marzo de 2018
La prisión permanente revisable y el voto
José Joaquín Rodríguez Lara
España es fruto de las visitas que, a lo largo de los milenios, ha recibido. Por Iberia han pasado íberos, celtas, tartesios, fenicios, cartagineses, romanos, árabes, suevos, vándalos, alanos, visigodos, franceses, japoneses, norteamericanos, turistas, multinacionales, futbolistas, chinos y todo lo que, por tierra, mar y aire, está llegando detrás.
Es una lástima que nunca nos hayan invadido los suizos. España es un país a medio aliñar. La ensalada española necesita un buen chorreón de sangre suiza, de mansa aceite tirolesa, que compense nuestro tradicional carácter avinagrado. Con la sal puesta ya nacemos.
41.277 kilómetros cuadrados, 8,5 millones de habitantes, cuatro idiomas oficiales –alemán, francés, italiano y romanche-, y 26 estados, 26: así es Suiza. Los suizos no tienen playa, habitan en 26 ‘autonomías’, que ellos llaman cantones, hablan de cuatro formas distintas y, sin embargo, no discuten. O al menos, loado sea el cielo, no se les oye.
Si los suizos nos hubiesen invadido a tiempo, España no estaría discutiendo ahora si hay que mantener la prisión permanente revisable, para evitar que los grandes criminales vuelvan a secuestrar, violar y matar, o hay que derogarla para que esos mismos grandes criminales, y ‘criminalas’ que al parecer también las hay, se civilicen en la cárcel y se reinserten en la sociedad.
No se discutiría a voces, como está ocurriendo, porque el derecho de la ciudadanía a vivir se antepondría a la afición de la ‘inciudadanía’ a secuestrar, a violar y a matar. Y no estaríamos discutiendo porque el asunto ya se habría ventilado en un referendo adosado a cualquier votación de ámbito nacional.
Es lo que se hace en Suiza hasta para decidir si es constitucional encerrar de por vida, en jaulas, a las gallinas ponedoras.
Pero como no somos suizos ni tampoco estamos estudiando para serlo, nos pasamos la vida discutiendo sobre si la prisión revisable a los 20 años es cadena perpetua y cumplir las penas íntegras, aunque sean de 30 años o más, no lo es. Y así nos va.
Mas, no hay que preocuparse demasiado. Es mucho más práctico aprovechar cualquier elección para denostar o apoyar la prisión permanente revisable votando al partido que la rechace o al que la mantenga.
Si el debate político no da la talla y los suizos siguen sin invadirnos, a falta de un referendo nacional sobre la prisión permanente revisable, buenas, muy buenas, van a ser las próximas elecciones.
(Vigésimo noveno artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 16 de marzo del año 2018.)
¡Es vergonzoso!
José Joaquín Rodríguez Lara
En Extremadura se habla mucho de pobreza energética y muy poco, o nada, de vergüenza energética.
Es penoso que a algunas personas no les llegue el dinero para consumir la energía eléctrica que necesitan. Y tanto o más lamentable es que a algunas personas no les llegue la energía eléctrica que necesitan, a pesar de que la pagan a precio de oro.
Es lo que ha ocurrido este miércoles en Salvatierra de los Barros, con alcalde del Partido Popular y 1.700 habitantes que bajan sin freno por la rampa del des--censo municipal. Seguramente se van a un sitio del que no se vaya la luz.
Aunque no lo parezca, Salvatierra de los Barros no es una aldea africana, aislada en mitad de la selva. Salvatierra es un municipio representado en la Diputación de Badajoz, supervisado por la Junta de Extremadura, perteneciente al Estado español e integrante de la Unión Europea. En definitiva, es un pueblo que, en teoría, pertenece a lo que se suele llamar ‘el mundo occidental’.
Ninguno de estos poderosos paraguas institucionales les sirven a los habitantes de Salvatierra de los Barros cuando llueve. Cuando llueve, Salvatierra se queda sin paraguas, sin chubasquero y hasta sin energía eléctrica. Y no es que haya pasado una vez. Ocurre habitualmente.
El miércoles ‘la luz’ se fue a las tres y cuarto de la tarde y no regresó hasta pasadas las nueve de la noche. Seis horas estuvo la mayor parte de Salvatierra sin suministro eléctrico, seis horas, seis, como los toros.
Como no es la primera vez que algo así ocurre, hay que sospechar que Endesa, la compañía suministradora, y todas las instituciones políticas y todos los políticos de esas instituciones llevan años toreando a los salvaterreños. Años. Años de 365 días, de 366 los bisiestos.
Es vergonzoso que en Salvatierra ‘se vaya la luz’ cada vez que llueve.
Es vergonzoso que una Extremadura que exporta energía eléctrica no cuente con los medios necesarios para evitar cortes y más cortes del suministro eléctrico en sus pueblos.
Es vergonzoso que en Extremadura haya políticos más interesados en enterrar el pasado, que muerto y bien muerto está, que en alumbrar el futuro.
Es vergonzoso que el ‘corte de relaciones’ entre directivos de dos equipos de fútbol -Villanovense y Extremadura- suscite la intervención del presidente de la Junta y el corte de la luz, una vez tras otra, no le haga saltar del sillón como si le hubiese picado un alacrán.
Es vergonzoso que la misma administración que ahoga en trámites burocráticos a la ciudadanía no impida que, esa misma ciudadanía, sufra en su patrimonio el mal funcionamiento de un servicio que paga como si fuese de calidad.
Y también es una vergüenza que se hable de indemnizaciones como remedio para el problema. Se indemniza el daño causado ocasionalmente. Si el daño es habitual no sólo se indemniza, además, se interviene para corregir la mala calidad del servicio.
Gobernar no es hacer declaraciones y más declaraciones insulsas, obvias y hueras sobre la energía eólica o sobre la violencia machista. Gobernar es aportar soluciones. Si no para hacer la vida mejor, al menos para hacerla vivible. Incluso en un pueblo con alcalde del PP, como Salvatierra de los Barros.
(Vigésimo octavo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 15 de marzo del año 2018.)
El Universo pierde un punto de apoyo
José Joaquín Rodríguez Lara
El mundo acaba de perder a un genio, a un sabio respetado y admirado tanto en los santuarios de la ciencia como en la calle.
Ha muerto Stephen Hawking, un científico extraordinario, un físico que no sólo investigó el Universo, un misterio que ha fascinado al ser humano desde su origen, y planteó teorías revolucionarias sobre su origen y su desarrollo, sino que fue capaz de divulgar el resultado de sus investigaciones y, lo más difícil para la mayoría de los científicos, hacerlas comprensibles para personas con un nivel de conocimientos astrofísicos muy inferiores a los del propio Hawking.
Desde su silla de ruedas, respirando por un tubo que le suministraba oxígeno, comunicándose a través de un ordenador, mediante un sintetizador electrónico de voz que hablaba por él con su característico tono de robot, encarcelado en el calabozo de su propio cuerpo por la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa progresiva que lo dejó completamente paralizado cuando tenía 21 años, Hawking ha sido una de las mentes más libres, brillantes, innovadoras y constructivas que ha tenido a su servicio la Humanidad durante los últimos años.
Su legado y su popularidad sólo son comparables a las de otro genio, Alfred Einstein, cuya teoría general de la relatividad pretendía conciliar con los conocimientos derivados de la física cuántica.
El científico británico planteó teorías revolucionarias sobre los primeros instantes del Universo, con su famoso Big Bang, sobre los agujeros negros, a los que consideraba ‘sus alumnos’, sobre el tiempo, sobre la existencia o no de civilizaciones extraterrestres y sobre las consecuencias de llegar a tomar contacto con ellas y hasta sobre Dios y su ilusoria existencia.
"Fue un gran científico y un hombre extraordinario, cuyo trabajo y legado vivirá por muchos años", han dicho sus hijos Lucy, Robert y Tim en un comunicado.
Stephen Hawking nos ha dejado en la madrugada de este miércoles, a los 76 años, al agravarse su enfermedad. Ha muerto en su casa de Cambridge, de cuya Universidad fue profesor, ocupando el mismo cargo que, 300 años antes, había tenido Isaac Newton, uno de los padres de la física.
Con la muerte de Stephen Hawking, no sólo se pierde un sabio y un revolucionario; además, el Universo se queda sin un punto de apoyo para que podamos seguir intentando comprenderlo.
(Vigésimo séptimo artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 14 de marzo del año 2018.)
Desaparición, muerte y hallazgo de Gabriel, un golpe tras otros
José Joaquín Rodriguez Lara
Uno tras otro, caen los golpes con la desaparición, muerte y hallazgo de Gabriel, el niño de Níjar (Almería).
Son auténticos marrazos, golpes de marra, de maza de herrero, como si en vez de moler los estados de ánimo de la buena gente se pretendiese forjar el acero más irreductible, y como si las personas, en vez de seres sensibles, fuesen yunques de fragua capaces de aguantarlo todo.
Por si no hubiese sido un golpe suficientemente fuerte la desaparición de un niño de ocho años, capaz de conquistar al mundo con su sonrisa y sus sueños de biólogo marino; como si no bastará con descubrir que las peores sospecha se habían confirmado y el pequeño Gabriel se había ido para siempre entre un cariñoso cortejo de peces multicolores; tal vez porque no bastaba con saber que el cuerpo de niño era transportado en el maletero de un coche, como un pescado todavía húmedo, por Ana Julia Quezada, la compañera sentimental de su padre; como si todo ello no fuese demasiado para conmover hasta a profesionales que, desgraciadamente, deben lidiar cada día con la muerte –algunos de los guardias civiles que detuvieron a la mujer que trasladaba el cadáver se abrazaron llorando al escuchar la palabra “afirmativo” que confirmaba la peor de sus hipótesis-, ahora se investiga si la detenida tuvo algún tipo de participación en la muerte de su propia hija, de cuatro años, que falleció tras caer desde un balcón, en Burgos.
Hay que esperar que se conozcan los resultados de la autopsia para saber cómo murió Gabriel y descubrir pistas sobre quién lo mató. Hay que esperar y, después de tantos y tan tremendos golpes, no resulta descabellado esperarse lo peor.
Las sinrazones del porqué lo mató sólo podrá darlas quien le asestó el golpe mortal al ‘pescaíto’; un ‘pececillo’ que, en doce días de ausencia, se abrió un hueco en el corazón de millones de personas.
Todo está pendiente de esa autopsia que amenaza con seguir golpeándonos a todos tanto en las tripas como en el asombro y que, al cerrar el caso de la desaparición, muerte y hallazgo de Gabriel en Almería, si es que lo cierra, puede abrirnos las puertas de otra muerte infantil en Burgos.
Si Ana Julia Quezada sabía que Gabriel estaba muerto, quizá desde el día de su desaparición, ¿cómo pudo mantenerse serena ante la madre del pequeño, ante la Guardia Civil y ante todo el mundo durante doce días?
Vivimos a golpes, pues son muchos los golpes que nos da la vida, y se dice que un solo golpe es la muerte, pero no siempre es así. Hay veces, como en el caso de Gabriel Cruz, que en paz descanse rodeado para siempre del cariño de todos, que la muerte da muchos golpes, muchos.
(Vigésimo sexto artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 12 de marzo del año 2018.)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)