domingo, 11 de octubre de 1998


¡Ave Mancuso!

José Joaquín Rodríguez Lara


Lo dicen hasta los recalcitrantes: «Hay equipo». Aunque el Badajoz aún no haya dado de sí lo que se espera en las dos orillas del Atlántico, aquí hay un equipo.

La plantilla albinegra la integran jugadores que pueden ofrecer buen fútbol. Los seguidores del C. D. Badajoz no sólo lo saben, sino que más de uno ya se relame pensando en el banquete que podría darse si Toti Iglesias y su cuerpo de cocineros lograran ligar una salsa futbolera consistente.

En la cocina del Badajoz hay ingredientes de calidad: Bisconti, Mancuso, Carlos Torres, Mauricio, Txutxi, Emilio, Ezequiel Castillo...; hay aliños con sabor: Villarroya, Cubillas, Sandro, Patricio D'Amico..., y no faltan ganas de arrebañar el plato: Sabino, Romagnoli...

Quizás falte picante. Un goleador. Alguien capaz de hacer sudar a los defensas contrarios con sólo verle llegar. La prensa argentina anunció durante el verano que Marcelo Tinelli traería muchas estrellas de renombre mundial -Maradona, Bebeto, Dunga, Caniggia...- pero bastaría que este Badajoz tuviera un futbolista en racha goleadora, como le ocurre a los equipos que ascienden, para que la afición se olvidara definitivamente de todos los superastros que iban a venir y no han llegado.

De hecho, ¿quién se acuerda de ellos? En la grada se habla del dominio de Mancuso, de la habilidad de Bisconti, de la brega de Villarroya, de la garra de Patricio, de la autoridad de Sandro... De que hay un buen equipo. Y lo hay. Por eso se llena El Vivero y también por eso se espera con ilusión la apertura del nuevo campo.

Con los resultados que hasta hoy cosechó el Badajoz y con una plantilla de inferior calidad, no sólo estarían vacías las gradas, sino que más de uno habría roto el abono. La posición que ocupa el conjunto pacense no está a la altura de sus figuras, pero ni esto es algo inexplicable, si se tiene en cuenta cómo se ha ido formando el equipo y el desarrollo de la pretemporada, ni tampoco puede extrañar. La Segunda División es muy dura y no será la primera vez que un equipo fuerte, hecho para estar arriba, tarda en arrancar o, incluso, nunca consigue alcanzar el nivel que se le exige. Hay casos muy recientes: Sevilla, Las Palmas... Tampoco será la primera ocasión que otro realiza una salida espectacular -tipo Numancia-, y luego se queda a mitad del camino. Le ocurrió al Lleida y también al Badajoz de Boronat.

Aquí todavía puede pasar de todo y buena parte de lo que pase -ocurra lo que ocurra hoy en Huelva-, dependerá de cómo evolucione esta plantilla a la que, en cualquier caso, hay
que reconocerle su calidad.

¡Ave Mancuso, los que aman el fútbol te saludan!


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