sábado, 6 de noviembre de 2010


El orden de los factores

José Joaquín Rodríguez Lara


Me gustan las palabras. Resulta raro, ya lo sé, pero no me importa. Será cosa de la edad. Para mí lo raro es aprovechar el fin de semana para lavar el coche; y no sólo hay muchos conductores que sistemáticamente ejecutan este rito de fervor profano, sino que buena parte de ellos llevan al lavadero a la familia –cónyuge y criaturitas– e incluso al perro. La familia que lava unida, permanece unida, que a las comidas familiares las carga el diablo de las malas digestiones.

Las palabras marcan épocas. Son como capas arqueológicas que se depositan unas sobre otras, poniéndole fecha a los días. Si le hablan de ‘la carrera de Indias’, no piense en jóvenes de pies ligeros y con trencitas, sino en galeones cargados de oro; y si es ‘la pertinaz sequía’, sepa que el asunto se remonta al Cuaternario franquista. Los del ‘búnker’ salieron a relucir cuando el franquismo político y sociológico desempolvó los cuarteles para defenderse de la democracia que se le venía encima. El poder, incluso el dictatorial, se ejerce muchas veces a la defensiva. En fin, el ‘consenso’ lo inventó Suárez; la ‘cohabitación’, Chirac; ‘la Quinta del Buitre’, el periodista Julio César Iglesias; el ‘Drin tin’, Cruyff; ‘el miedo escénico’,Valdano; ‘los galácticos’ es una palabra valenciana que le han colgado a Florentino, pero el ‘talante, talante’ lleva la firma de Zapatero,y el ‘apalancamiento’ se hizo famoso con la crisis, como‘los brotes verdes’...

¿‘Brotes verdes’?, pero ¿hubo alguna vez ‘brotes verdes’? ¿Se mustiaron, como‘la alianza de las civilizaciones’? Es natural. Transitamos por una edad a la que ya habría que irle poniendo nombre, como se le dio a la Edad Media, a la Moderna y a la Contemporánea. Si no está bautizada todavía quizás sea por la enorme abundancia de acontecimientos (grandes guerras, viajes espaciales...), inventos (el bolígrafo, la fregona, el móvil...) y desazones (el fin de mes, ZP, Obama...) que jalonan este tramo del camino. Pero hay una circunstancia que está presente en todos los acontecimientos, inventos y desazones: la aceleración. La vida siempre fue un bidón, pero jamás dio tantasvueltas ni a tanta velocidad.Ya nada es para siempre, pocas cosas duran, casi ninguna permanece. Ni siquiera los brotes’. Las novedades se quedan viejas antes de ser noticia.

Y, sin embargo, algunos latiguillos periodísticos se repiten, como tortugas que desovaran en las mismas playas desde el inicio de los tiempos. Aún no se ha extinguido ‘el voraz incendio’; todavía se continúa ‘cesando’ a los destituidos o despedidos, como si se pudiera asesinar a los suicidas. ¿Y qué me dicen del ‘presunto’? Los medios informativos desaparecerían si no existiese el término‘presunto’. «El ‘presunto’ criminal esperó a su víctima y armado con un gran cuchillo de cocina le asestó cuarenta cuchilladas, doce de ellas mortales de necesidad». Del individuo no hay fotografía, pero queda retratado. Eso sí, mientras que el juez no diga lo contrario, ni es un homicida ni un acusado ni un detenido ni siquiera un sospechoso. Es un ‘presunto’. No hay cosa peor. Ni la condena mancha tanto.

Esta semana se supo que una pobre mujer, muda y con problemas mentales, ha ‘convivido’ una semana con el cadáver de su marido en Zafra. Es una muestra de fidelidad y de impotencia increíble y terrible a la vez. ¿Cómo se puede ‘convivir’ con un cadáver si, en la pareja, no hay convivencia cuando uno de los cónyuges no participa en los deseos del otro? Consultada la Fundación del Español Urgente, dictamina: «Tiene cierto sentido figurado. Del mismo modo que decimos ‘convive con sus problemas’». Pero los problemas, o palpitan o no son problemas. Carecer de dinero no es un drama, el problema es necesitarlo y no tenerlo. Si ‘vivir con’ fuese lo mismo que‘ convivir’ conviviríamos con los muebles, el suelo y el grifo de la cocina. El orden de los factores sí altera el producto. Creo.

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