martes, 6 de mayo de 2014


Monago machaca con el directo de izquierda*


José Joaquín Rodríguez Lara


Parlamento de Extremadura. Primer asalto del debate sobre el estado de la región. En la tribuna de oradores, el presidente Monago. En sus respectivos escaños, la oposición. Lleno hasta la bandera en el graderío.

José Antonio Monago, que bien entrenado vendría a ser un peso medio (hasta 160 libras, 72,562 kilogramos) inició el debate con la intensidad de un peso gallo mexicano. Se batió el cobre sin descanso de campana a campana.

Cierto es que enfrente tenía un saco y no a un verdadero adversario, pues la mecánica del debate y la cortesía parlamentaria impiden que Guillermo Fernández Vara, o cualquier otro líder de la oposición, le replicase en este primer envite, pero enseguida se vio que la intervención de Monago era mucho más que un entrenamiento. El presidente del Gobierno de Extremadura sacó el directo de izquierda y se adueñó del hemiciclo con una batería de propuestas que, en más de un caso, poco o nada sorprenderían en boca de un político de izquierdas. Y no sólo en la de un político del PSOE.

José Antonio Monago, presidente del Gobierno
extremeño en la tribuna de oradores del Parlamento
 de Extremadura. (Imagen tomada de Internet)
Es tan amplia la oferta, en una intervención que, en números redondos, duró 1 hora y 45 minutos, que hasta resulta difícil enumerar las propuestas en un artículo. Pero la estructura del discurso es esta: mi Gobierno cumple lo que promete; las cuentas públicas extremeñas están saneadas; Extremadura inspira actualmente más confianza que hace tres años; vamos a seguir bajando los impuestos; continuaremos incentivando la iniciativa privada de los ciudadanos y, además, pondremos en marcha una estrategia de industrialización con un plan de 1.600 millones de euros en seis años. "Quiero adelantarles 56 propuestas estratégicas, que se concretan en 17 decretos, 12 modificaciones de ley, 6 nuevas leyes y 21 iniciativas". Y toda la oferta tiene como llave maestra esta frase: "Estoy dispuesto a escuchar nuevas propuestas, pero no a aplicar las mismas políticas que nos arruinaron en la legislatura anterior".

Todos los presentes escuchaban en silencio la catarata de iniciativas hasta que Monago mentó a la bicha: "La tierra debe ser para quien la trabaja". A mí, que conté con textos y con fotos la constitución de la primera Asamblea preautonómica en la capilla del parador emeritense, que informé sobre los plenos parlamentarios autonómicos que tuvieron lugar en el salón de actos de la casa de la cultura, de Mérida, que realicé información gráfica y literaria sobre la instalación del parlamento regional en la capilla del antiguo hospital emeritense San juan de Dios, el hospital de los pobres, y que asisto con regularidad a los plenos que tienen lugar en el actual hemiciclo, me dio un vuelco el corazón. ¿"La tierra debe ser para quien la trabaja"? Tuve que restregarme los ojos para convencerme de que quien hablaba desde la tribuna del Parlamento extremeño era el líder extremeño del PP de Extremadura y no Manuel Parejo, histórico líder extremeño del Partido Comunista, que volvía a reclamarle a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, antiguo PSOE, que repartiese tierras entre los pobres.

Pero no, no era Manuel Parejo, era José Antonio Monago, hijo de guardia civil, bombero, doctor en Derecho por Salamanca y presidente del Gobierno de Extremadura, Wikipedia dixit, que llegaba con sus propuestas directas hasta los mismísimos santuarios de la izquierda. El sindicalista y diputado socialista Miguel Bernal no encajó el golpe y, saltándose a la torera la cortesía parlamentaria, le afeó al presidente sus palabras. Monago le replicó preguntándole a Bernal si él tiene la patente de esa máxima agroideológica: "La tierra debe ser para quien la trabaja". Y entre aplausos de unos, recriminaciones de otros, asombro de algunos y el consabido 'yo la vi primero' se reanudó el discurso y volvieron los directos.

El quid de un debate está en como termina y no en como empieza, y en el segundo asalto ya podrán intervenir los portavoces de la oposición, pero el discurso de Monago dejó un runrún en el Parlamento de Extremadura; dejó una sensación que no encontrará usted en las declaraciones que hicieron los portavoces de la oposición, pues todo el mundo compone la figura al retratarse ante los micrófonos y las cámaras. Sobre todo en precampaña electoral. La impresión era palpable: Monago había "descolocado" a la izquierda y más concretamente al PSOE. ¿Y quién decía esto? Lo decía gente de izquierda. Y no uno, ni dos, ni tampoco tres, ni todos del mismo partido. 

Segundos fuera. Segundo asalto.

* DIRECTO de izquierda, de derecha en los zurdos, es un golpe más contundente que el jab. El púgil que lo ejecuta tiene que estar bien apoyado en el suelo y golpear aprovechando el mayor impulso de la cadera, del hombro y del giro del cuerpo. Se utiliza para frenar al rival que 'entra', para desestabilizarle y para golpear con dureza.




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