Historias
Compartido con: Mejores amigosENTRE EL CIELO Y SU GRANADA
Entre el cielo y su Granada
José Joaquín Rodríguez Lara
Federico duerme sobre su cama.
Bajo el cielo de su alcoba.
Entre naranjos y granados.
Arropado por el pez de sombra
que le abre camino al alba.
Barandales de la luna tejidos con agua clara
en los que la notas del piano
juegan con los gitaninos a contar estrellas de nácar.
- Ya vienen, madre, ya vienen quienes mis huesos reclaman.
- Duerme, niño. No tiembles.
Jamás van a encontrarte.
Siete cerrojos de fragua
guardan la puerta de tu sala.
- Son muchos, madre. Me buscan con su perros de la ignorancia.
- Duerme, Federico, duerme.
- ¿Para qué querrán mis huesos, madre? ¿No les basta con la luz de mis palabras?
- Descansa, hijo, descansa.
- Hasta el barranco han ido con sus picos y sus palas.
Quieren desenterrar mi muerte.
Fusilarme por la espalda.
¿No les basta con mi versos de ajonjolí y de albahaca?.
- Duerme, hijo mío, duerme. Nadie profanará tu cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario