miércoles, 28 de octubre de 2009


Las peluqueras del marido


José Joaquín Rodríguez Lara


CUENTAN que durante uno de sus siete años de campañas contra los romanos, Viriato bajó hasta Tucci, una ciudad íbera a la que los historiadores sitúan actualmente por la zona de Martos, en la provincia andaluza de Jaén. El ingenioso, justo y valiente general de los lusitanos, que guerreó en un escenario de ciudades y tribus autónomas, se había propuesto alistar en sus filas a los habitantes de Tucci, los cuales mostraban no poca indecisión a la hora de enfrentarse a las poderosas legiones de Roma.

No bastándole con sus brillantes brazaletes de caudillo para enardecer a la gente de Tucci, Viriato se puso en pie, anduvo unos pasos entre los notables de la ciudad y, mirándoles francamente a los ojos, les explicó lo que realmente les estaba ocurriendo.

«Había un hombre, ni joven ni viejo, que había tomado dos esposas», contó el de los brazaletes a quienes le escuchaban sentados sobre la indiferencia.

Cada vez que su marido volvía a casa, la más joven de las dos mujeres, para hacerle la estancia más agradable y ganarse su afecto, le acicalaba con mimo y se entretenía en quitarle los cabellos blancos, con el fin de que el esposo ofreciese un aspecto lozano, como ella misma tenía.

La mayor de las esposas le prodigaba también al hombre sus propias sesiones de acicalamiento y las aprovechaba para arrancarle cuantos cabellos oscuros podía, de modo que el marido cada vez pareciese menos joven y mostrase una apariencia canosa, lo más cercana posible a la suya.

Tanto esmero puso cada una de las dos mujeres en cuidar la cabellera de su esposo, que al cabo de unas cuantas sesiones de aseo conyugal, el hombre estaba completamente calvo.

Esto seguramente ocurrió mucho antes de que Viriato se lo contase a los acomodaticios e indecisos habitantes de Tucci, pero sigue valiendo.

A la esposa joven, póngale usted la cara y los ademanes de Alberto Ruiz Gallardón, y a la madura, vístala con las galas de Esperanza Aguirre.

¿A que ya sabe usted cómo va a salir del charco político Mariano Rajoy, que dice que es gallego, pero tal vez desciende de Tucci y debe a ello su proverbial mesura a la hora de tomar decisiones urgentes?

Aún se ignora dónde nació Viriato, pero Valladolid, León y el palacio de La Moncloa son enclaves que ya están descartados.

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