sábado, 17 de febrero de 2018

Badajoz, los gansos del Guadiana se ríen del pato cojo


José Joaquín Rodríguez Lara



Menos mal que el asunto es una ‘gansá’, pues si fuera o fuese un problema de verdad, nos comerían los gansos.


Los gansos del Guadiana. Los gansos que tienen a todas las fuerzas políticas y a buena parte de la ciudadanía como patos ‘mareaos’.


Hasta ahora, en política se llamaba pato cojo, ‘lame duck’, a los presidentes de Estados Unidos que afrontaban los últimos meses de su mandato sin poder tomar grandes decisiones ni afrontar problemas de calado.


Desde ahora se podrá llamar ‘pato cojo’, ‘pato mareado’, ‘pato inútil’, ‘pato inoperante’ o ‘pato lo que sea’ a cualquier político de Badajoz que no le encuentre una solución eficaz y definitiva a un problema sencillo y barato de solucionar, se llame superpoblación de gansos en el Guadiana o como se llame.


Habría que imaginarse al alcalde de Badajoz, y a todos sus concejales y técnicos, a la oposición oficial y a la Junta de Extremadura y a la oposición que se echa al ruedo de la política como espontánea, tratando de solucionar no una superpoblación de gansos, sino una plaga de verdad, sin necesidad de que fuera una de las diez plagas de Egipto.


¿Se puede dar un espectáculo más penoso que el que están dando los políticos pacenses con los gansos del Guadiana?


Difícilmente. Menos mal que son políticos y no son cirujanos, ni policías, ni madres de familia numerosa, ni árbitros de fútbol, ni tampoco personas obligadas a tomar decisiones rápidas y tajantes.


¿En el Ayuntamiento de Badajoz gobierna un ‘pato cojo’ o mandan los gansos del Guadiana?


Cuando la autoridades han tenido que eliminar animales en Extremadura debido a la existencia de gravísimos problemas, como la peste porcina africana o la peste equina, ¿se han tirado la pelota unas a otras como si les quemase o han actuado con decisión?


Si mañana estallase en el tramo pacense del Guadiana un problema de gripe aviar, cosa no descartable pues por ese enclave pasan muchas aves migratorias, ¿las autoridades actuarían con diligencia o esperarían a que la epidemia se extendiese y afectase a la población?


En el tramo urbano del río Guadiana a su paso por Badajoz hay más gansos de los convenientes y su elevado número afecta, negativamente, no sólo a las especies silvestres -verdaderas joyas en muchos casos- que viven en la zona, sino que deterioran con sus deyecciones el entorno ajardinado de las riberas. Los gansos se ven muy bonitos desde los puentes, pero desde abajo se ve que cagan mucho. Y muy feo.


¿Por qué no se reduce su número? ¿No se les sacrifica por respeto a los gansos o por miedo a los votantes?


¿Tampoco se pueden dar en adopción? Ya sea de uno en uno o de ciento en ciento. Si se les tatúa el ala se sabrá si alguien se ha cansado del ganso que adoptó y lo ha devuelto al río.


Y si nada de esto es posible y sabiendo, como se sabe, que la temporada de puesta de los gansos se circunscribe a muy pocos meses, que la época de reproducción va a empezar o ha empezado ya, que los gansos construyen grandes nidales bien visibles, que incuban durante 30 o 32 días y que, con el debido entrenamiento, se le pueden retirar los huevos -a diez euros el par los he visto vender en El Corte Inglés de Madrid, como una ‘delicatessen’-, ¿por qué no se está haciendo ya?


Bastaría con localizar y señalar los nidales y retirar los huevos para impedir que la colonia siga procreando. Con una visita por semana se dejan sin huevos todos los nidales de los gansos. Si se hace correctamente, no se molestará a las demás especies.


Se puede hacer esto y se puede hacer mucho más. Se puede hacer cualquier cosa menos dar la impresión de que en el Guadiana hay muchos gansos, pero fuera del Guadiana hay muchos, muchos, pero muchos más.



(Vigésimo primer artículo escrito para extremadura7dias.com,
publicado el 17 de febrero del año 2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario